Cinco razones para solicitar el certificado de eficiencia energética
Los inmuebles que estén en venta o alquiler deben estar en posesión de su correspondiente certificado de eficiencia energética, de manera que se conozca de forma clara el consumo de energía que se produce en el inmueble.
Te presentamos a continuación cinco motivos para tenerlo y cómo pueden afectar a tu economía.
Razón 1: El nivel de eficiencia energética influye directamente en tu bolsillo
El certificado de eficiencia energética es un documento oficial, obligatorio, que es elaborado por un técnico cualificado, que incluye un profundo análisis energético del inmueble.
- Con ello, los futuros inquilinos o compradores conozcan a priori cuál es el volumen energético que precisa dicha construcción y anticipar así la cuantía de las facturas energéticas. El documento puede recoger recomendaciones para reducir el consumo energético del inmueble.
- Tras el análisis realizado en el certificado de eficiencia energética se califica al inmueble con una “etiqueta energética”, que resume los resultados del certificado en una escala de letras de la A a la F.
- Esta etiqueta es similar a la que se utiliza para calificar la eficiencia energética de los electrodomésticos, en la que A se correspondería con los inmuebles más eficientes y F con los menos eficientes.
A la hora de adquirir una vivienda es importante conocer que en inmuebles de similares características, el consumo energético que precisa un inmueble de tipo A es mucho menor que uno de tipo F.
Razón 2: Podrían multarte si quieres vender o alquilar tu vivienda y no dispones de certificado de eficiencia energética
Aunque existen algunas excepciones (por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, los edificios históricos) es una infracción no informar de la calificación energética ya desde que se da publicidad de la venta o alquiler de una vivienda. Y, de hecho, quien incumpla esta normativa podría ser multado económicamente con una penalización de hasta 6.000 euros en los casos de infracciones más graves.
La obligatoriedad de disponer de certificado energético para venta y alquiler de viviendas o locales existentes es desde el 1 de junio de 2013, sin embargo, ya era obligatorio en algunos casos en 2007.
Por entonces, el RD 47/2007 (derogado por el RD 235/2013 del 5 de abril) obligaba a disponer del documento para edificios de nueva construcción o para modificaciones, reformas o rehabilitaciones de edificios existentes, con una superficie útil superior a 1.000 m² donde se renovara más del 25% del total de sus cerramientos.
Se calcula que desde junio de 2013 hasta diciembre de 2017 el número de certificados emitidos ha superado los tres millones, según datos proporcionados por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae)
Razón 3: Es la mejor manera de identificar cómo optimizar el nivel energético de la vivienda
Una cosa a tener en cuenta es que, aunque el certificado energético es obligatorio, no lo es aplicar las recomendaciones que en él se recojan para mejorar la eficiencia energética del inmueble.
Sin embargo, los inmuebles energéticamente eficientes tienen la ventaja de que consumen menos energía para proporcionar las prestaciones y el confort que los usuarios demandan.
Por eso, son más atractivos para los futuros inquilinos o compradores. Invertir en eficiencia energética podría revalorizar el valor del inmueble y el certificado energético es el mejor punto de partida para identificar por dónde empezar.
Razón 4: Es el mejor baremo para conocer la evolución de la eficiencia energética del inmueble
Tras aplicar las medidas de rehabilitación oportunas, la certificación energética permite medir comparativamente los ahorros de energía antes y después de la ejecución de las actuaciones en los edificios para determinar su calificación energética.
Razón 5: Obtener el certificado de eficiencia energética es sencillo y barato
Para obtener el certificado de eficiencia energética del inmueble, basta con dirigirse a un técnico o empresa especialista en la expedición de estos documentos. Una vez lo tengan en su poder, los propietarios deberán registrarlo en el organismo que su comunidad autónoma haya designado para tal fin.
El coste del certificado de eficiencia energética lo establecen las propias empresas encargadas de realizarlo, pero suele oscilar entre 60 y 150 euros.